Tercer ojo – Colección Costantini en Malba
La exposición Tercer ojo reúne más de 220 piezas emblemáticas del arte latinoamericano, en un recorrido que entrelaza la colección del Malba con la del fundador del museo, Eduardo F. Costantini. Esta muestra ofrece una mirada dinámica sobre un acervo en constante evolución, que cambia con el tiempo y permite redescubrir momentos clave del arte regional, en diálogo con problemáticas sociales y artísticas tanto del pasado como del presente.
Entre las obras exhibidas se encuentran íconos del museo de reconocidos artistas como Frida Kahlo, Diego Rivera, Tarsila do Amaral, Xul Solar, Joaquín Torres García, Emilio Pettoruti, Wifredo Lam, Roberto Matta, Maria Martins, Remedios Varo, Antonio Berni y Jorge de la Vega, junto con importantes incorporaciones que Costantini ha sumado recientemente a su colección. Varias de estas piezas se presentan por primera vez al público tras décadas de permanecer fuera del circuito internacional.
La muestra incluye obras fundamentales del arte moderno latinoamericano, como Autorretrato con chango y loro (1942) de Frida Kahlo, Armonía (Autorretrato sugerente) (1956) de Remedios Varo, Abaporu (1928) de Tarsila do Amaral, Baile en Tehuantepec (1928) de Diego Rivera, Omi Obini (1943) de Wifredo Lam, Las distracciones de Dagoberto (1945) de Leonora Carrington, Tocadora de banjo (1925) de Victor Brecheret, Autorretrato (1951) de Alice Rahon y Cobra grande (1943) de Maria Martins.
Bajo la curaduría de María Amalia García –curadora en jefe del Malba–, la exhibición se organiza en dos grandes ejes conceptuales: Habitar y Transformar. Estas líneas temáticas conectan con preocupaciones contemporáneas urgentes, como la sostenibilidad ambiental, las demandas sociales y las diversas formas de subjetividad y autorrepresentación. A través de enfoques temáticos, estéticos y materiales, estos núcleos permiten explorar las múltiples corrientes del arte latinoamericano.
El nombre Tercer ojo se inspira en la obra Diego y yo (1949) de Frida Kahlo, que formó parte de la muestra hasta marzo de 2024. El título evoca tanto la intensidad emocional de la relación entre Kahlo y Rivera como la mirada intuitiva y penetrante que implica el acto de coleccionar arte.
