Nuevos contenedores: ahora, a prueba de vandalismo
El Ministerio de Espacio Público e Higiene Urbana de la Ciudad está implementando una nueva estrategia para evitar que los residuos depositados en los contenedores terminen esparcidos en la vía pública.
Se trata de la incorporación de contenedores antivandálicos, cuya primera etapa comenzó en los barrios de Retiro (dentro del área delimitada por las calles Carlos Pellegrini, Av. Libertador, Av. Maipú y Arenales) y Recoleta (entre Presidente Manuel Quintana, Montevideo, Posadas y Av. Alvear).
El objetivo de estos nuevos dispositivos es dificultar la extracción de residuos una vez depositados, con el fin de optimizar el servicio de recolección, frecuentemente afectado por el uso indebido de los contenedores.
En el marco de esta iniciativa, la Ciudad avanza con el plan de mejora de la limpieza urbana mediante la instalación de 7.000 contenedores antivandálicos en zonas consideradas críticas.
Las primeras unidades, instaladas como prueba piloto en enero en Retiro y Recoleta, ya demostraron resultados alentadores: se ha observado una notable disminución de desechos fuera de los contenedores.
Estos nuevos modelos cuentan con un sistema tipo "buzón": poseen una tapa con resorte que se cierra automáticamente, haciendo que los residuos caigan directamente al interior. De este modo, los vecinos pueden arrojar sus bolsas de basura, pero una vez dentro, no pueden ser retiradas manualmente.
Hasta ahora, ya se han colocado 2.500 de estos nuevos contenedores en sectores donde se identificó una mayor cantidad de residuos dispersos, según los reportes ciudadanos y el monitoreo del programa "Ojos en la Calle".
En los próximos meses, se continuará con la colocación progresiva de estas unidades, con la meta de alcanzar los 7.000 contenedores para el mes de mayo.
Otro beneficio importante de este diseño es que impide arrojar residuos de gran tamaño, que no están permitidos en los contenedores comunes. Estos incluyen muebles, colchones, electrodomésticos, sanitarios, maderas, chatarra, restos de obras y poda domiciliaria. Estos elementos, por su volumen, pueden dañar los contenedores, obstruir desagües y complicar tanto la recolección como el drenaje del agua.
Para estos casos, la Ciudad pone a disposición un servicio gratuito de recolección programada. Los vecinos pueden solicitarlo llamando al 147, garantizando así una disposición correcta de este tipo de residuos y evitando que terminen en la vía pública o dentro de los contenedores comunes.
